viernes, 15 de julio de 2011

Trilogía de mi pasión

Tratando de convertir el dolor en algo bueno, placentero, armonioso.
Me considero artista, creadora de un mundo que combina mi mente con lo exterior (¿tal vez un puente entre dos mundos?).
Es labor de alquimista transformar las pasiones en arte antes de que las mismas se desborden y uno cometa un crimen.


Ilusiones

Espirales de humo sobre la nieve,
las bengalas caprichosas del amor,
que giran sobre un cielo negro,
donde no enciende jamás el sol.

La vida que se reduce a una taza,
las partículas de un dios, destinadas por un soplido,
mueven sus músculos de agua,
jugando con los encantadores colores.

La mañana que me despierta con algo viejo,
y una nueva luz solar que alimenta:
El río dorado, los pájaros raros, los árboles camaleón,
una nube pasea, no es de esas que son espesas.

Nunca te voy a extrañar demasiado,
siempre estás conmigo.
Aunque me despierte sola,
deseando que me rompas la espalda con tu abrazo,
y preguntes : ¿Me extrañaste?


Primer día del invierno

Primer día del invierno.
Primer día del infierno.
Como si la vida fuese romántica,
como si la vida fuese un cuento,
abandono tu alma con helado temperamento.

Todas aquellas imágenes que parecían nítidas:
El cielo, los pájaros raros, los árboles rojos,
las nubes amorfas, la luna y su sombra,
se tornan un pasado ilusorio.

Primer día del invierno.
Primer día del infierno.
Vivirás solo y feliz,
moriré como una infeliz,
volaré, extraña, entre tantas nubes.

Es largo el invierno.
Es frío el infierno,
y quema hasta los huesos,
el primer día de esos.

El perfume del olvido

Ahogarme en un océano de melancolía,
esperando que aparezca tu viva imagen,
a consolarme en su cálido abrazo.

O bien, llamar al olvido,
pedirle que entierre tu rostro y nombre
en su jardín.

Pensar que todo va a pasar,
que un día ya no le pesará tu ausencia a mi alma.

Nada de esto es certero,
Solo una honda tristeza,
arraigada a mi pecho,
que como un cancer destructor,
invade mi cuerpo,
quitándome el respiro
y la quietud del alma en soledad.


jueves, 14 de julio de 2011

Obvio que no es mio, es de Borges

Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.