domingo, 28 de febrero de 2010

Mamerto y la (él) muerte

Mamerto está durmiendo, un hilo de baba cuelga de su boca y las sabanas se enredan en su joven cuerpo.
Alguien toca la puerta. Él abre apenas los ojos y dice:

- ¿Eh? Pa…ssá, mamá.

Entra un hombre a la habitación, muy blanco y flaco, ojeroso, vestido con una túnica y una capa negra y con un escobillon en la mano. Dice:

-¿Qué mamá, pibe? ¿ No sabés quién soy yo?

Mamerto mira asustado y responde:
-Eh, no...

-¡ Ja, ja, ja! No sabés quién soy y ya suponés que te voy a hacer daño… ¿cómo debería llamarle a eso? ¿Paranoia, costumbre, negación? Dale, pelandrún, esforzate … ¿Quién soy? –

-No sé – Temblando – Te juro que no sé, no te tengo de ningún lado…

-Bueno, si seguimos así vamos a estar hasta mañana… Soy la muerte, SALAME! –

- ¿Eh? Vos estas loco… ¿Qué te pasa? Que querés?

-A ver, boludín, dejemos las cosas en claro, porque ya la simbología occidental me tiene las pelotas por el piso. No tengo la hoz porque se me rompió, me traje un escobillón, es lo mismo.

-Ah, si?- Riendo – Bueno, demostrame que sos la muerte – Dice sobrador.

-Con mucho gusto, acercate –

-¿Qué? No, ni en pedo –

-Ajá! … ahí lo tenés! Me creés, porque me temés.

-Bueno, sí, puede ser. Pero, ¿no hay forma de demostrarmelo sin que me deje de latir el corazón?

- No sé qué esperas… que mate a un pajarito que pasa por acá? No puedo jugar con las vidas para demostrarte la veracidad de mi identidad, si no, sería humano. Yo te vine a llevar a vos. Ahora,
¿La querés hacer corta y te doy un palaso o querés preguntarme algo?


-Mm… todavía no estoy seguro de que seas quien decis ser, pero corriendo el riesgo… ¡¿Así que sos porteño,capo?! –

- ¿Qué porteño, pelotudo? La muerte es universal, hablo en cuanto dialecto exista. Soy menos persona de lo que te imaginas y más simbólico de lo que puedas esperar. Por eso estoy en tantos lugares a la vez… por eso existo junto al universo. Por eso la paradoja de que hables conmigo.-

Lo mira desilusionado y pregunta:
- Y… ¿Cuántos años tenés?

- ¿Pero vos qué te pensás, que le estas hablando a una pendeja en el chat? Soy LA MUERTE. No me hagás calentar por que te rompo el orto a patadas.

- Bueno, che… - Tomando más confianza – no te calentés –

- Perdón, mi temperamento es muy vulnerable –

- Ay, sí… te entiendo, a mi me pasa . Me dicen una boludés y ya salto.
Y , ¿cómo viniste?-

- En escobillón… ¿vas a hacer alguna pregunta relevante o te llevo?-

- Mm… pero, ¿no son las brujas las que viajan en escobi… escoba?-

- Bueno, sí, pero yo soy una bruja – Rie y le guiña el ojo.

- Ahora tengo una pregunta relevante… nunca entendí muy bien eso de los tanos, el beso de la muerte… ¿Cómo es? ¿Me explicás? – Se relame.

- Ehh… ¿vo’ no será putaso, no?

- Ja, ja, ja… no, loco! - ¿Qué decí’? Vamo’ a tomar una birra y a comer un asado a lo de mi amigo el cacho –

- Uhh, sí! Que ganitas de comer un asadito, de a tres…

Mira a su alrededor como si alguien lo fuera a oir y grita:
-Sí, de a tres!.
Che, qué onda? Si te toco el escobillón, me muero?

- Pero no, corazón! Tocá tranqui que es gratis-

Toca el escobillón y dice:

– Uhh… está durito, nunca toqué un escobillón tan duro- Se muerde el labio inferior y mira para arriba.

- Besame, bombón! –

Se besan apasionadamente y se van de la mano a lo del cacho con tooooodoo’ lo’ pibe’.